Un hombre con una misión
La misión de Assis Chateaubriand, el fundador del MASP, fue traer a São Paulo una colección de arte de categoría internacional. Ayudado por el experto en arte Pietro Maria Bardi, el poderoso magnate de los medios comenzó a comprar cuadros famosos después de la Segunda Guerra Mundial. En un primer momento, los Rembrandts y Picassos recién adquiridos se exhibieron en el edificio de oficinas de Chateaubriand, donde se habilitaron varias plantas como espacio para exposiciones. Sin embargo, conforme el número de obras empezó a hacerse demasiado grande para este espacio, llegó la hora de encontrar un nuevo hogar. La esposa de Bardi, la arquitecta Lina Bo Bardi, diseñó la nueva estructura del museo en la Avenida Paulista con cuatro grandes pilares, creando un edificio de 74 metros de alto suspendido sobre el suelo. La ciudad le había pedido conservar la vista del centro de la ciudad. El MASP se completó en 1968. El edificio se considera un hito de la arquitectura moderna y es uno de los símbolos más impactantes de São Paulo.
Una colección única
Hay rumores de que la colección de arte no se adquirió en su totalidad de una manera legítima. Chateaubriand podría haber obligado a la gente a donar dinero o a aportar piezas de su colección privada. No obstante, la colección sin duda impone respeto, con obras de arte desde el siglo XIII hasta el siglo XIX. Hay un área de exposición que alberga toda la colección de esculturas de Edgar Degas. Estas esculturas de bronce son verdaderamente únicas.
Centro cultural
Chateaubriand no quería que el MASP fuese simplemente un museo fabuloso sino también un lugar que transmitiese conocimiento y cultura, y eso lo ha logrado sin lugar a dudas. El MASP se ha convertido en un floreciente centro cultural, con exposiciones educativas sobre historia del arte, cursos creativos, seminarios y proyecciones de películas. Siempre hay alguna novedad. También hay exposiciones temporales de fotografía, diseño o arquitectura.