Pirámides de cristal
Aunque la principal atracción es su extensa colección, muchos visitantes también vienen al Louvre para contemplar la particular combinación de arquitectura moderna y clásica. La pirámide de cristal en el patio fue incorporada al palacio clásico en 1989. Destaca el vestíbulo central desde el que los visitantes acceden a las diversas alas del museo. La pirámide grande está flanqueada por tres pequeñas. Por la noche, los edificios se reflejan perfectamente en los estanques cercanos. El Louvre ganó incluso más popularidad desde que jugó un papel importante en El Código Da Vinci de Dan Brown, publicado en 2003, y la posterior película.
El misterio de La Mona Lisa
La historia en torno a La Mona Lisa es tan misteriosa como la famosa sonrisa de la modelo. Por una parte, no sabemos con certeza quién es la dama o cuánto tiempo Leonardo Da Vinci pasó pintándola. Lo que sí sabemos es que este retrato marcó un punto de inflexión en el arte del siglo XVI. Por ejemplo, La Mona Lisa es un retrato de tres cuartos en posición sentada con un paisaje de fondo visto desde arriba. Hasta entonces, ese tipo de retratos se reservaba para los santos. El cuadro sigue siendo investigado.
La Victoria alada de Samotracia
La Niké de Samotracia se ubica en unas escaleras monumentales cerca de la entrada principal del Louvre. Esta obra de arte de la escultura griega data del periodo helenístico (302-30 a.C.) y representa a la diosa alada de la victoria sobre la proa de un navío (se mandó esculpir originalmente para conmemorar un triunfo naval). La escultura mide 5,57 metros en total.
La elegante Venus de Milo
La Venus de Milo representa a Afrodita, la diosa griega de la belleza y del amor. Según la mitología, nació de la espuma del mar. Esta escultura, que data de alrededor del año 100 a.C. ha ejercido mucha influencia en la forma en que los escultores occidentales han representado el desnudo femenino. Aunque ya ha perdido los dos brazos, la Venus sigue irradiando una incomparable elegancia y feminidad.