Un terreno fotogénico
Cada una de las partes del castillo narra una historia sobre un periodo diferente de la historia escocesa. El gran salón dispone de unos techos arqueados medievales medianos, mientras que el ala este del castillo alberga un extravagante comedor del siglo XVII. Los retratos, muebles y colecciones de la familia Fraser siguen jugando un papel fundamental. En la biblioteca, de marcado estilo Regencia, el retrato de Charles Mackenzie Fraser vigila muy de cerca a los visitantes. Pero no sólo merece la pena visitar el interior del casillo; el terreno que bordea este es igualmente conocido. En verano, este es un lugar famoso para disfrutar de un picnic, que además dispone de una gran variedad de senderos a través de bosques, prados y un encantador jardín amurallado. El castillo es tan fotogénico que los productores de La Reina (con Helen Mirren en el papel de la reina Isabel en 2006) lo usaron en varias ocasiones como escenario en su película.
Un castillo encantado
El Castillo de Fraser es el escenario de muchos de los mejores cuentos. A veces, por la noche, el personal dice escuchar, de manera inexplicable, el sonido de un piano y ve pasear a una mujer vestida de negro. Se cree que se trata del fantasma de Lady Marie Augusta Gabrielle Berengere Blanche Drummond, quien murió de tuberculosis en 1874. El cuento más conocido trata sobre una princesa que, al parecer, fue asesinada en el salón verde y llevada a rastras por las escaleras de piedra. La historia cuenta que los peldaños están ahora cubiertos de madera porque no desaparecían las manchas de sangre.
De paseo por los alrededores del castillo
Hay dos rutas principales: Miss Bristow's Trail (2 kilómetros) y The Alton Brae Trail (2,5 kilómetros). La primera transcurre por el bosque, pasando por algunos restos antiguos del castillo. La segunda llevará a los visitantes hasta un estanque repleto de aves acuáticas, libélulas y ranas. Si estas rutas no son lo suficientemente excitantes para los niños, estos podrán ir a la zona de juegos Woodland Secrets, un bosque mágico con un tipi, un sendero cubierto de bambú y un xilófono gigante. Hay mil lugares en los que esconderse y todo se ha construido con materiales naturales y sostenibles.