Practicar esquí y snow por la noche
Grouse Mountain acoge a principiantes y expertos. Es un lugar muy variado, y sus 25 pistas están clasificadas por niveles diferentes. The Cut es una de las pistas más conocidas y los más osados lo pasarán en grande haciendo recorridos desafiantes, que reciben el nombre, por ejemplo, de Purgatory (purgatorio) o Devil's Advocate (el abogado del Diablo). Hay trece pistas iluminadas, por lo cual es posible practicar esquí o snow por la noche. Es una experiencia nocturna increíble con vistas a la ciudad iluminada de Vancouver. Aunque en la propia ciudad de Vancouver no nieva mucho, a Grouse Mountain no le falta nieve natural ningún año. Y, si el tiempo no acompaña, dispone nada más y nada menos que de 35 máquinas de nieve artificial para echar una mano a la madre naturaleza. También es uno de los destinos preferidos por los senderistas, por sus entornos nevados y vistas panorámicas de Vancouver. Es posible realizar varias excursiones con o sin raquetas.
Una cena en las alturas
Aquellos que quieran contemplar el entorno mientras disfrutan de una deliciosa cena podrán hacerlo en The Observatory. Tal y como indica su nombre, este excelente restaurante tiene unas vistas espectaculares de la ciudad. Sus postres son un must, en particular el pastel de zanahoria con dátiles y base crujiente de nuez. Si lo que busca es un restaurante más asequible, le recomendamos Café in the Peak Chalet, un centro de ocio. Este sugerente bistró, decorado con cedro, es ideal para relajarse y descansar después de un frío día de esquí o snow. No deje de probar el Chili Bowl, un plato picante que seguramente le haga entrar en calor.