Lejos de la carretera: Ilha Grande

Al oeste de Río de Janeiro se encuentra uno de los paisajes más hermosos de Brasil: la Costa Verde. No es posible imaginar un mayor contraste: las superpobladas favelas de Río de Janeiro, los ruidosos atascos y las multitudes de turistas dan paso a la selva tropical, las ciudades coloniales y las tranquilas playas tropicales. A lo largo de la Costa Verde destaca Ilha Grande, la “isla grande”, que ha sido declarada Parque Nacional.

Naturaleza

Paseos en barco a lo largo de 107 playas tropicales

El yacutoro, el mono guariba, el perezoso de collar, la amazona de frente roja y el yacaré overo son solo algunas de las especies en peligro de extinción que tienen su hogar en esta prístina selva tropical atlántica. La isla entera es un parque nacional protegido y, por lo tanto, está totalmente libre de coches. Alójese en un un alojamiento ecológico o pousada en la ciudad principal de Vila do Abraão y explore la isla de casi 200 kilómetros cuadrados a pie a lo largo de 16 rutas de senderismo señalizadas. También puede hacer un recorrido en bicicleta de montaña por las laderas boscosas para visitar varias cascadas o realizar un paseo en barco a lo largo de las muchas bahías, calas y playas. Las playas de la isla son perfectas para pasar un día tranquilo en una hamaca o disfrutar de un picnic. También encontrará excelentes sitios para practicar buceo y submarinismo. Además de los enormes bancos de peces de colores, podrá encontrarse cara a cara con una tortuga o un delfín. Los Cariocas tienen razón: Ilha Grande es el paraíso en la tierra.

¿Un hostal ecológico, un hotel boutique o una cabaña en la selva?

Debido a su condición de entorno protegido, Ilha Grande solo ofrece alojamientos pequeños respetuosos con el medio ambiente. Una opción económica excelente es el Aquario Hostel, situado junto a una hermosa playa con una piscina natural. Otra opción es una cabaña en la selva, situada en la selva tropical justo a las afueras de la aldea, donde también se ofrecen varios recorridos en barco y excursiones. Si busca una estancia más exclusiva, puede realizar un corto viaje en barco de Abraão a Asalem: un lujoso escondite en una bahía azul. Tenga en cuenta que la exuberante biodiversidad de Ilha Grande significa que los insectos también campan a sus anchas, por lo que deberá ir equipado con un arsenal de repelente de insectos.

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